El
carácter social de la administración se explica por el conjunto de condiciones
económicas, tecnológicas, sociales y culturales que convergen en un momento
histórico determinado que condiciona las distintas formas en que se organiza la
sociedad para producir los bienes y servicios
que requiere para la subsistencia y el desarrollo, la dimensión humana de la
administración constituye una actividad natural que surge de la necesidad de
todo individuo para relacionarse con otras personas con el propósito de
cooperar en la consecución de objetivos comunes.
Los
valores institucionales de la administración pueden ser:
Sociales: Estos son
de mayor importancia, ya que contribuyen al bienestar de la sociedad a través
del:
- Mejoramiento
de la calidad y precio del producto y/o servicio para satisfacer las
necesidades reales del ser humano.
- Mejoramiento
de la situación socio económica de la población.
- Cumplimiento
de obligaciones fiscales que permiten sostener a los gobiernos locales y
federales.
- Evitar la
competencia desleal.
- Promoción
del desarrollo a través de la creación de fuentes de trabajo.
- Incrementar
y preservar las riquezas naturales y culturales de la sociedad.
Organizacionales: Aquellos que
tienden a mejorar la organización de los recursos con que cuenta el grupo
social:
- Impulsar
la innovación, investigación y desarrollos tecnológicos.
- Optimizar la
coordinación de recursos.
- Maximizar la
eficiencia en métodos, sistemas y procedimientos.
- Consolidar
intereses entre los diferentes miembros del grupo social.
Económicos: Son los que se orientan a la
obtención de beneficios económicos.
- Generar
riqueza.
- Máxima
obtención de utilidades.
- Manejo
adecuado de recursos financieros.
- Desarrollo
económico del grupo social.
- Promover la
inversión.