1. EL TEMPERAMENTO
ENDOMORFO - INTERNO. Que
presenta una tendencia a la obesidad, de contextura blanda y redonda, tórax y
abdomen prominentes; rostro ancho, cuello corto, brazos y músculos robustos,
con manos y pies pequeños. Este prototipo de "gordo bueno", debería
tener un carácter tranquilo, albergar sentimientos simples y fácilmente
accesibles; ser una personalidad amable a la que guste despertar afecto y
aprobación, que disfrute de la compañía de amigos en torno a una mesa bien
servida.
2. EL TEMPERAMENTO
MESOMORFO – CENTRAL. De
complexión equilibrada, musculosa, con extremidades fuertes y alargadas, tórax
bien formado predominando sobre un abdomen firme y no voluminoso. El cráneo de
tendencia prismática, sobre hombros anchos, provisto de una mandíbula huesuda y
cuadrada; su cuerpo de piel gruesa, resistente a los rigores de la intemperie.
Este fornido y atlético individuo, habrá de ser activo y emprendedor,
desplegará su energía física en el deporte o en otras actividades de índole
predominantemente física, se sentirá atraído por la aventura, el reto de los
riesgos. Tendrá tendencia a la búsqueda de poder y autoridad sobre otros, será
seguro de sí, osado y tendrá muy pocas inhibiciones. Disfrutará esencialmente
de las actividades, querrá destacarse y ser líder.
3. EL TEMPERAMENTO
ECTOMORFO – EXTERNO.
De complexión decididamente alargada, huesos delgados y músculos no muy
desarrollados, piernas largas, hombros caídos, vientre hundido, tórax estrecho.
Su rostro, de conformación oval, el cuello largo, los brazos extensos, la piel
delgada y pálida. Son individuos cuya inquietud es más intelectual que física,
no son afectos a grandes movimientos o actividades, tienden a la introspección,
aborrecen y tratan de eludir las dificultades.
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